
Pero al final acabo llegando al gimnasio y me reflejo en todos los espejos como lo que realmente soy: un botijo con mallas. Un botijo fofo, además.
Pero he decidido que no voy a dejar que esa imagen me hunda. Sé que no tengo un buen físico, así que haré lo posible para cambiarlo. Voy a alimentarme de mi propia imagen para conseguir la motivación para seguir adelante. Y si alguien me mira diré: "Sí, estoy gorda pero lucho por no serlo".
Sé que en cualquier intento de cambiar costumbres es fácil caer en la deseperanza, pero ya se sabe, al que quiere algo, algo le cuesta. Y vale la pena sufrir un poco ahora, para mañana poder sentirme a gusto conmigo misma.
Reporte 6 Octubre
- Desayuno: Café solo y biscotte con queso fresco
- Almuerzo: Yogur
- Comida: Judía verde con tomate natural
- Merienda: Manzana
- Cena: Espárragos y ensalda verde
Gimnasio 1 hora de mantenimiento + 15 min aerobico
No hay comentarios:
Publicar un comentario