miércoles, 30 de septiembre de 2009

Pereza

Supongo que la culpa de todo es la pereza.

Conseguí una rutina de esfuerzo y dedicación para llegar a tener el cuerpo que quería y llegó un momento que era demasiado trabajo. Pensé que en lugar de ir cuatro veces a la semana al gimnasio podía ir tres sin que pasara nada. Y si una semana no iba, no pasaba nada. Pero sí pasó.

Con la comida igual. Pasé una alimentación sana y equilibrada a picar entre horas porque no pasaba nada por una vez. Y claro, luego venía el cumpleaños de no sé quién, o la celebración de no se cuantos, y como ya viene el fin de semana, empezamos a comer bien el lunes.

Y me perdí.

Cuando subí un par de kilos no me preocupé porque los podía perder en nada. Cuando ya fueron cuatro me lo tomé más en serio... por unos días, porque luego flaqueaba y volvía a caer en las malas comidas y en la comodidad del sofá.

Y mirad ahora. Diez kilos, que se dice bien y pronto. ¿Como he podido dejarme tanto? ¿Porque me falla la fuerza de voluntad? ¿Porque me domina la pereza?

Reporte 29 septiembre 
  • Desayuno: Café solo con tostada con mantequilla y loncha de pavo
  • Almuerzo: Yogur
  • Comida: Coles de bruselas rehogadas
  • Merienda: Café solo
  • Cena: Un cuarto de pizza 
- Gimnasio: 1 hora de musculación, 15 min aerobico 

Gran fallo lo de la cena... pero no pude evitarlo aunque reñí a mi chico. En fin, mañana más.

martes, 29 de septiembre de 2009

Día uno del resto de mi vida

Hace un año estaba con un peso magnífico y adorable: 48 kilos.

No hacía dieta. Me cuidaba, cinco comidas al día, intentando comer de todo aunque no me costaba privarme de cosas y machacandome en el gimnasio cuatro días a la semana en el gimansio. Me sentía segura, mi autoestima era alta porque había conseguido llegar a ese peso después de mucho esfuerzo y sacrificio.

Y me confié.

Si iba de restaurante, me daba el capricho, porque como iba a perder mi esbelta figura. ¡Un día es un día! Pero un día detrás del otro...

Un año más tarde me encuentro con 10 kilos más, y con una inagotable gula y los mismos malos hábitos de años anteriores. ¿Donde me deje la fuerza de voluntad?

Ya me he cansado de esta situación, de conformarme y lamentarme. De comer cosas que sé que a veces ni me apetecen, por simple gula. No me gusta la actitud que tengo, así que tengo que cambiar. Y me voy a ayudar obligandome a escribir mis reportes aquí. Sin mentiras ni maquillajes.

Empezamos operación Ataque al michelín.

Plan de acción:

- Cinco comidas al día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena, sin saltarse ni una.
- Gimnasio cuatro veces por semana: dos días mantenimiento y dos días musculación. Los cuatro días 30 min de aerobico.

Y empiezo con el reporte de ayer.

29 Septiembre 2009


  • Desayuno: Café solo, tostada con mantequilla y pavo
  • Almuerzo: Pera limonera
  • Comida: Guisantes estofados con carne picada
  • Merienda: Manzana
  • Cena: Sopa de fideos


- Gimnasio: 30 min aerobico, 0 min pesas (mal!)

Buf, deseadme suerte!